Abuso Sexual Infantil ¿Alguna relación con la sexualidad infantil?
Introducción
El presente texto nace de una observación hecha en las reuniones de la COMISIÓN DE VIOLENCIA Y ASI del COLEGIO DE PSICÓLOGOS DE SAN ISIDRO:
Se tomó en cuenta que gracias a que hoy en día hay mayor divulgación, difusión y conocimiento de ASI los adultos pueden estar más informados, alertos a cuidar y evitar situaciones abusivas para sus niños. Asimismo, el hecho que a los niños se les haya otorgado la palabra, hace más partícipe al adulto en el mundo de los mismos. En sus juegos, pensamientos, investigaciones, etc. La contracara que se presenta a esto, es que manifestaciones y juegos sexuales infantiles que surgen en forma espontánea entre niños, sean evaluados y sobredimensionados a los ojos de los adultos. En ocasiones se produce así una interferencia negativa de los mismos en los espacios infantiles de juegos, exploración, conocimientos y actividades infantiles que siempre han existido y que son fundamentales para el crecimiento y desarrollo psicológico-social de los mismos.
El interrogante estaría puesto en torno a: ¿Cuándo los juegos e investigaciones infantiles de contenido sexual dejan de ser espontáneos, para dar cuenta de la influencia de elementos perturbadores?
El niño, por si solo y entre pares, avanza en su investigación relacionada a temas sexuales hasta que logra satisfacer su curiosidad y llegar a un conocimiento en la materia, que para él tiene sentido. Alguna anormalidad en este proceso, generalmente se da a conocer mediante alguna sintomatología, por ejemplo: angustias, conocimientos que exceden lo que el niño por si solo puede saber, conductas compulsivas de contenido sexual y/o de autosatisfacción, miedos, trastornos del sueño, pesadillas, entre otras cosas. Esta sintomatología entre otras pone en escena una dimensión traumática, que se produce a partir de la presencia de estímulos que el niño no logra ligar psíquicamente. Exceden sus posibilidades de significación, la posibilidad de otorgar un sentido y comprender lo que le ocurre.
Cuando un niño queda involucrado en aspectos de la sexualidad adulta, se produce esta dimensión traumática debido a la imposibilidad del mismo de procesar psíquicamente lo que está vivenciando. Entre las múltiples maneras en que esto se pueda dar, podemos mencionar: situaciones ASI, en las cuales los niños son utilizados como objetos sexuales para la satisfacción de un adulto. Acceso a material audio-visual pornográfico facilitado por el directo alcance que los niños tienen a internet. Situaciones de “colecho” favorecidas por la creciente dificultad de mantener los roles y espacios propios de cada generación en la familia; dificultades en la puesta de límites. Y la “convivencia” del niño en actividad sexual entre adultos, debido al hacinamiento ambiental, al pernocte en un mismo espacio con adultos. Si bien estas situaciones no tienen la misma intencionalidad de utilizar al niño como objeto sexual, lo cual introduce una diferencia importante, no dejan de tener consecuencias específicas que perturban el desarrollo del niño produciendo sintomatologías y perturbaciones a nivel de la estructuración psico-emocional de mismo.
En este texto retomaremos alguno de los parámetros de la sexualidad infantil con la finalidad de poder establecer y diferenciar, las manifestaciones espontaneas de la sexualidad infantil, de aquellos fenómenos que estarían dando cuenta de perturbaciones producidas por la intervención de elementos ajenos al desarrollo sexual. Es decir: no toda manifestación “sexual” en el niño es producto de una vivencia de ASI, hay algunas que sí. Se trata entonces de establecer criterios mediante los cuales se pueda establecer un diagnóstico diferencial.
Como criterio inicial podría decirse que, ante las distintas manifestaciones culturales y sus comprensiones de lo que “está bien o mal” en cuanto a la educación infantil y la transmisión de pautas y costumbres relacionadas con el intercambio humano que involucra la esfera de lo sexual. Es fundamental tener como brújula para evaluar el impacto de diversas situaciones la noción de “traumático” y los distintos modos subjetivos de tramitar el exceso psíquico que se puso en juego. Es decir que no siempre se puede contar con pautas de lo que está bien o mal, sino que al momento de evaluar una situación debe tomarse en cuenta el impacto subjetivo que ciertos elementos producen. Esto dependerá, cómo en general, de una suma de factores, culturales, contextuales, psico-estructurales, subjetivos, etc.
¿A qué se llama sexualidad en el niño?